Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://dawudoxzl606606.wizzardsblog.com/38514924/la-polémica-del-cabezazo-de-zidane-explicada